La pandemia aceleró la implementación del teletrabajo en muchas empresas. Si bien esta modalidad ofrece grandes oportunidades, flexibilidad y beneficios, también plantea nuevos desafíos en cuanto al control de la jornada laboral y la productividad. Un reciente caso y su sentencia pone en manifiesto los riesgos de abusar de estas facilidades laborales.
El caso del directivo que «hizo el paripé»
Un directivo de una fundación, aprovechando las ventajas del teletrabajo, decidió «hacer el paripé» y simular su actividad laboral. A pesar de recibir un ordenador para desarrollar sus funciones a distancia, el trabajador dedicó la mayor parte de su jornada a navegar por internet y realizar actividades personales.
El Tribunal Superior de Justicia de Aragón ha confirmado la procedencia del despido de este directivo, considerando que su comportamiento constituyó una falta muy grave. El fallo destaca la importancia de cumplir con las obligaciones laborales, incluso en el contexto del teletrabajo, y subraya que la confianza depositada en un puesto directivo no puede ser traicionada.
Este caso pone de manifiesto que el teletrabajo no exime a los trabajadores de sus obligaciones laborales ni es sinónimo de flexibilidad total. El incumplimiento de la jornada laboral, la realización de actividades ajenas al trabajo durante la jornada laboral y la disminución voluntaria del rendimiento son conductas que pueden justificar un despido. Por ello, esencial encontrar un equilibrio entre la flexibilidad y el cumplimiento de las obligaciones laborales con total responsabilidad.
Por su parte, las empresas deben contar con un protocolo de teletrabajo que detalle las obligaciones de los trabajadores, los sistemas de control y las consecuencias del incumplimiento. Además, es fundamental implementar herramientas que permitan monitorear la actividad de los trabajadores, aunque es importante destacar que su uso debe ser proporcional, justificado y respetar la privacidad. Todo ello, junto con una comunicación fluida entre empresa y trabajador es clave para evitar malentendidos y garantizar el cumplimiento de los objetivos.