La falta de experiencia ante una situación como un accidente de tráfico supone un hándicap que hay que intentar evitar, dado que son muchos los aspectos a tener en cuenta. A continuación se explican los pasos más importantes para actuar de la forma más correcta.

En primer lugar, y lo más importante, es comprobar el estado en que nos encontramos. Reconocer posibles lesiones físicas, y tomar visión de la situación. A continuación, y si todo está correcto, hay que iniciar un protocolo de actuación, que comienza con una adecuada señalización de la zona afectada, para evitar más colisiones. Con el coche parado se accionan las luces de emergencia, nos ponemos el chaleco de emergencia y se localizan los triángulos de señalización. Estos se colocarán a 50 metros, en la parte delantera, y a 100 metros en la trasera, con el objetivo que se dé la mejor visibilidad.

Una vez señalizado nuestro vehículo para los demás conductores es el momento de revisar los daños del resto de personas implicadas, conductores u ocupantes de otros vehículos. En ningún caso se debe mover a los heridos graves, a no ser que hay riesgo de incendio o de que el vehículo se encuentre en peligro de caerse. Llamar a los Servicios de Emergencia y a la Policía es el siguiente paso.

Será esta policía la que redacte el correspondiente atestado, tanto si es de mutuo acuerdo como si no. Es importante que los implicados en el accidente intenten memorizar lo máximo posible, y recopilar los datos que puede que posteriormente se necesiten, sobre todo de cara a las compañías de seguros.

Tras realizar el papeleo oportuno se debe visitar urgencias del hospital, para que faciliten un parte de asistencia médica, en el que figuren los daños que se hayan producido, generados por el accidente.

Contactar con un abogado especializado que se encargue de la tramitación completa del proceso, que sirva de contacto con la compañía de seguros, y en caso de discrepancias, presentación de la correspondiente demanda o denuncia. Si se es responsable del accidente es necesario informar a la compañía aseguradora antes de que pasen siete días, detallando todo lo acontecido. En caso contrario, se dispone de hasta 1 año para reclamar daños y perjuicios a la compañía aseguradora del causante. Por supuesto se debe guardar todas y cada una de las facturas que se hayan ocasionar a raíz del siniestro.

Todo ello nos servirá para poder afrontar esta situación con todas las garantías. Sin duda, un buen asesoramiento profesional, como el que proporciona AESYR & Abogados es la solución más adecuada, sobre todo en el caso de tener que reclamar por lesiones.

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