La custodia compartida se está convirtiendo en una modalidad cada vez más común en los casos de divorcio con hijos en España. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2022, la custodia compartida fue otorgada en el 45,54% de los casos de divorcio de parejas con hijos, un aumento de 2,3 puntos respecto al año anterior. En los divorcios de mutuo acuerdo, este porcentaje ascendió al 51,11%. Sin embargo, la aplicación de la custodia compartida trae consigo la necesidad de abordar la cuestión de la pensión de alimentos cuando existe una diferencia significativa en los ingresos de los progenitores.

 

La realidad de la Custodia Compartida

Lidón García, abogada del despacho Marín & Mateo Abogados, aclara una percepción común: “Es habitual pensar que en los casos de custodia compartida los gastos se dividen y todo solucionado”. Sin embargo, esto no siempre es así. La abogada enfatiza la necesidad de establecer una pensión de alimentos cuando los progenitores no tienen la misma capacidad económica, para evitar el agravio comparativo y asegurar que los hijos no perciban ninguna diferencia en su nivel de vida, independientemente de con quién se encuentren.

 

Implicaciones Legales y Jurisprudencia

La jurisprudencia es clara: incluso en régimen de custodia compartida, puede ser necesario establecer una pensión de alimentos cuando hay una disparidad significativa de ingresos entre los progenitores. La Ley 35/2006 contempla que los progenitores están obligados a cubrir las necesidades de sus hijos, y en caso de diferencias económicas, se deben tomar medidas para equilibrar esta situación.

 

Asegurar el bienestar del menor

El objetivo principal de establecer una pensión de alimentos en situaciones de custodia compartida es garantizar el bienestar del menor. Lidón García explica que “el juez tiene muy presente la necesidad de evitar desequilibrios en la crianza y asegurar que los hijos disfruten de un nivel de vida similar con ambos progenitores”. Para determinar la cuantía de la pensión, el juez considera varios factores, como los ingresos y gastos de los progenitores, quién asume la hipoteca, el uso de la vivienda familiar y la región en la que residen.

 

Alternativas a la Pensión de Alimentos

Aunque la pensión de alimentos es una solución común, existen otras alternativas. García menciona que el progenitor con mayor capacidad económica podría asumir directamente ciertos gastos, como los escolares o sanitarios, para compensar la diferencia. Otra opción es abrir una cuenta bancaria común donde ambos progenitores ingresen cantidades proporcionales para cubrir los gastos ordinarios, mientras que los gastos de manutención se gestionan según el turno de cada progenitor.

 

La custodia compartida, aunque cada vez más común, requiere un enfoque cuidadoso para asegurar la equidad y el bienestar de los hijos. Establecer una pensión de alimentos es esencial cuando los progenitores no tienen la misma capacidad económica, garantizando así que los menores no sufran ninguna desventaja al alternar su residencia entre ambos padres. La abogada Lidón García subraya que cada situación es única y debe ser abordada con medidas específicas que aseguren el mejor interés del menor.

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