Los propietarios de teléfonos Huawei tienen que saber que, al adquirir un terminal móvil de esta marca, adquieren también un sistema operativo con el cual ese producto puede operar correctamente, por lo que pueden reclamar a la marca en caso de mal funcionamiento.
Esta es la conclusión a tener en cuenta, principalmente Huawei, que puede recibir reclamaciones de sus clientes en caso de mal funcionamiento por parte del sistema operativo. Y es que, al vender un teléfono móvil, no solo “vende” el aparato físico, sino también el sistema operativo sin el cual el aparato no puede funcionar correctamente. Es este sistema el que permite disfrutar de los servicios de telefonía y acceso a internet, y por ello no puede quedarse sin sus respectivas actualizaciones y otras aplicaciones, que pueden suponer la “obsolencia” del terminal.
Por ello, Huawei debe facilitar a sus clientes una solución, en el caso de que el sistema operativo Android no actualice sus móviles, y más allá de los plazos de garantía de dos años después de la compra. Es de esperar que la marca busque una solución a los clientes afectados, pero si esto no fuera así tendrían derecho a reclamar, a través de un escrito a la macar, y en el caso de no obtener solución, poner los hechos en conocimientos de los organismos de Consumo pertinentes.
