En el cambiante mundo de la insolvencia y la reestructuración, los Planes de Reestructuración (PdR) representan un cambio de paradigma significativo. Estos planes permiten, bajo ciertas condiciones, una excepción al principio fundamental del derecho que requiere el consentimiento del acreedor para modificar o imponer nuevas condiciones a su crédito. A través de un sistema de mayorías y la formación de clases, los efectos de un PdR pueden extenderse a acreedores que no lo hayan aceptado expresamente. Esta situación plantea una serie de retos y oportunidades para todos los acreedores, no solo financieros, sino también comerciales, que deben estar preparados para reaccionar adecuadamente ante una propuesta de reestructuración.

 

Motivos de impugnación de un Plan de Reestructuración

La legislación establece varios motivos por los cuales un acreedor puede impugnar la homologación de un PdR. A continuación, se detallan los principales fundamentos que pueden dar lugar a una impugnación:

 

  1. Incumplimiento de requisitos formales y de contenido

Para que un PdR sea homologado, debe cumplir con una serie de requisitos formales y de contenido. Esto incluye el cumplimiento de las obligaciones tributarias y de Seguridad Social. Si estos requisitos no se cumplen, el plan puede ser impugnado.

 

  1. Errónea formación de clases y mayorías

Un PdR debe formar correctamente las clases de acreedores y alcanzar las mayorías necesarias para su aprobación. Si se produce una errónea formación de clases, no se alcanzan las mayorías requeridas o no se aprueban las clases necesarias, el plan puede ser objeto de impugnación.

 

  1. Falta de situación de insolvencia

El proponente del PdR debe estar, o estar a punto de encontrarse, en situación de insolvencia. Si falta este presupuesto objetivo, el PdR no puede ser homologado.

 

  1. Viabilidad del Plan

El PdR debe ofrecer una perspectiva razonable para evitar el concurso y asegurar la viabilidad de la empresa. Para evaluar este aspecto, es fundamental el informe del Experto en la Reestructuración o el dictamen pericial sobre las proyecciones del negocio.

 

  1. Trato equitativo de los créditos

Los créditos de una misma clase deben ser tratados de manera equitativa. Si esto no se cumple, los acreedores pueden impugnar el PdR.

 

  1. Valor de los Derechos, Acciones o Participaciones

Ninguna clase de acreedores debe recibir derechos, acciones o participaciones con un valor superior al de sus créditos. De lo contrario, el plan puede ser impugnado.

 

  1. Trato favorable entre clases

La clase de acreedores que impugna no debe recibir un trato menos favorable que otra clase del mismo rango. Si se da este caso, el PdR puede ser impugnado.

 

  1. Reducción de valor de los créditos

No se puede pretender una reducción del valor de los créditos de una clase mientras una clase inferior o los socios conserven algún derecho.

 

  1. Sacrificio excesivo del acreedor

El sacrificio exigido por el PdR al acreedor no debe ser superior al necesario para la viabilidad de la compañía. La ley otorga una libertad casi absoluta al contenido del plan, permitiendo quitas o esperas sin límites como ocurre en un convenio concursal. Aquí, el dictamen sobre el plan de negocios es crucial.

 

  1. Perjuicio en el contexto de un Concurso de Liquidación

El PdR no debe suponer un perjuicio mayor al que el acreedor recibiría en el contexto de un concurso de liquidación.

 

Otros motivos de impugnación

Además de los motivos generales mencionados, la ley prevé otros motivos específicos para impugnar un PdR. Estos incluyen la falta de aprobación por parte de los socios, la resolución de contratos o la incorporación de financiamiento interino o nuevo financiamiento.

 

Recomendaciones para los acreedores

Antes de recibir una propuesta formal de PdR, desde la comunicación del preconcurso o las primeras negociaciones, es recomendable que los acreedores soliciten a su deudor la información económica necesaria. Esto permitirá evaluar la viabilidad del plan de negocios, el esfuerzo requerido para cumplirlo y la situación del acreedor en un concurso de liquidación. Si no se alcanza un acuerdo, el acreedor podrá valorar la conveniencia de impugnar el plan propuesto.

 

Los Planes de Reestructuración representan una herramienta poderosa en el ámbito de la insolvencia, pero también imponen desafíos significativos a los acreedores. Conocer y entender los motivos de impugnación es crucial para proteger los derechos y los intereses de los acreedores en estos procesos complejos.

Si necesita asesoramiento en materia de impugnación de acuerdos de reestructuración, no dude en ponerse en contacto con nosotros.

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