El Tribunal Supremo dictamina la abusividad de las denominadas tarjetas revolving por la aplicación de unos intereses que el propio tribunal describe como usureros.
La reciente sentencia dictada por el Supremo abre la vía para que miles de consumidores puedan reclamar lo indebidamente abonado a los bancos.
Las tarjetas revolving han proliferado durante los últimos años. Con ellas, las entidades financieras ofrecen pequeños créditos a los consumidores a cambio de una cuota mensual. El abuso de las entidades es tal que, como consecuencia del elevado tipo de interés aplicable, la deuda principal tarda años en ser abonada. El afectado, en la creencia de que sus pagos sirven para disminuir el préstamo debido, en realidad está pagando intereses en lugar de capital, lo que genera cada mes nuevos intereses a pagar.
Como consecuencia de la total falta de transparencia por parte de las financieras a la hora de explicar el funcionamiento de estas tarjetas y, sobre todo, por la aplicación de unos intereses superiores en su mayoría al 24%, el consumidor puede reclamar que le sea devuelto el exceso que ha ido pagando mensualmente con sus cuotas.
Recientemente, desde nuestro despacho hemos conseguido la nulidad de un contrato de tarjeta revolving con un interés del 21,99%. Indica el Juzgado de Primera Instancia nº 3 de Santander que un TAE del 21,99% es muy superior al normal para este tipo de operaciones.
Las tarjetas más distribuidas por las diferentes entidades financieras son:
- Tarjeta Affinity Card
- Tarjeta Banco Santander
- Tarjeta Bankia
- Tarjeta Bankinter
- Tarjeta Barclaycard
- Tarjeta BBVA Consumer finance
- Tarjeta Caixabank Oro y Caixabank GO
- Tarjeta Carrefour Pass
- Tarjeta Cetelem
- Tarjeta Citibank
- Tarjeta Evo Banco
- Tarjeta EvoFinance
- Tarjeta IKEA
- Tarjeta Liberbank
- Tarjeta MBNA / EVO Finance
- Tarjeta Oney (Alcampo, Declathon, Leroy Merlin, AKI)
- Tarjeta Open Bank
- Tarjeta Santander Consumer Finance
- Tarjeta Visa Eroski Red
- Tarjeta Vodafone
- Tarjeta Wizink
Por ello, se recomienda a todo aquel que tenga en su poder una tarjeta de este tipo que acuda a asesorarse con el fin de conocer si es uno de los miles de afectados por estas prácticas, pudiendo reclamar a las entidades financieras las cantidades indebidamente abonadas.