La tranquilidad del empresario pasa por esta herramienta, te damos las pautas para una correcta implantación.

Una empresa puede ser declarada penalmente responsable por delitos cometidos por sus administradores, representantes y trabajadores si no tiene desarrollado e implantado eficazmente un programa de prevención de delitos.

Importantes sanciones:

La responsabilidad penal de la empresa se basa por tanto en la ausencia de medidas de control adecuadas y efectivas para evitar el delito y puede conllevar importantes sanciones, en función de la gravedad de dicho delito:

  • Multas
  • Inhabilitación para obtener subvenciones y ayudas públicas para contratar con el sector público y para gozar de beneficios o incentivos fiscales o de la Seguridad Social.
  • Prohibición de realizar en el futuro las actividades en cuyo ejercicio se haya cometido el delito.
  • Suspensión de actividades.
  • Clausura de locales y establecimientos.
  • Disolución de la empresa.

Afecta a todo tipo de sociedades cualquiera que sea su tamaño o actividad, incluyendo además de empresas a cooperativas, fundaciones, asociaciones, etc…

Podríamos decir que resulta obligatorio para cualquier empresa la implantación de un Programa de Prevención de Delitos que ayude tanto a prevenir estos como a poder detectarlos.

Pautas a seguir para un modelo eficaz:

  • Compromiso: Es imprescindible el compromiso del propio empresario que debe creer en la conveniencia de implantar este programa e implicarse en su cumplimiento.
  • Eficacia: El modelo debe ser ante todo eficaz: redactado por escrito, claro, preciso y personalizado a cada empresa. No es suficiente con disponer de un mero programa sino que debe ser adecuado a la prevención de los riesgos penales de cada organización.
  • Sencillez: Se recomienda un modelo sencillo, sin demasiada retórica, que regule los aspectos básicos de la prevención de delitos: medidas de control, Código Ético de buena conducta, controles y cláusulas, posibilidad de denunciar su cumplimiento, etc…
  • Económico: El modelo no debe ser una carga excesiva para la empresa, sino que tiene que ser perfectamente asumible para esta.
  • Compartido: El modelo parte de la decisión y el compromiso de la dirección pero debe extenderse y ser conocido por todo el personal de la empresa.
  • Revisable: El modelo debe ser actualizado y revisado, precisamente para que sea eficaz. Es conveniente que al menos una vez al año se actualice en base a los posibles cambios normativos que existan, experiencias anteriores, denuncias, sugerencias y aportaciones del personal, etc…