Los bonos subordinados obligatoriamente convertibles en acciones del Popular se comercializaron en octubre de 2009. Posteriormente, el Banco Popular efectuó unilateralmente un canje que afectó a todos los titulares de bonos subordinados emitidos en 2009, que vencían en octubre de 2013. Con ese cambio, los titulares recibieron bonos convertibles por el mismo precio que los originales pero con vencimiento en noviembre de 2015, con el fin de intentar limitar las pérdidas patrimoniales de los ahorradores que compraron los bonos en su día.
La emisión inicial colocada en 2009 entre sus clientes fue de 700 millones de euros de bonos convertibles en acciones, y la segunda emisión fue de unos 680 millones. Dado que actualmente la acción está cotizando a 4,39 euros, y el precio de conversión es de 17,69 euros, las pérdidas de los clientes van a ser cuantiosas. Esto implica que el inversor va a recibir unas acciones que cotizan por debajo de cinco euros como si las pagara a esos 17,69 euros, un 75% más caras. El precio de conversión inicial que se fijó fue de 7,01 euros, aplicándole una prima del 10% sobre la cotización de ese momento. Este precio, sin embargo, ha escalado a 17,69 euros por las ampliaciones realizadas por el banco en los últimos años y el contrasplit (1X5)de 2013.
Ya hay numerosas sentencias de Audiencias Provinciales que entienden que estos bonos, constituyen producto financiero de inversión complejo y arriesgado que, junto a una buena rentabilidad inicial comporta riesgos inherentes a la propia aleatoriedad de las fluctuaciones del mercado de referencia, y que la comercialización de tales productos financieros complejos derivados requiera el ofrecimiento al cliente de una información clara, correcta, precisa, suficiente y temporánea, en cumplimiento de arts. 79 bis y concordantes de la Ley del Mercado de Valores .